Después de su actuación en 2005, y tras la aparición fugaz en 2006 junto a Jackson Browne, Luz Casal volvió a llenar el viernes la Lonja del Luna Lunera. Con una banda espectacular formada por un cuarteto de cuerda, metales, dos guitarristas, bajo/contrabajo, batería, percusiones y piano/teclados, la artista gallega apareció en el escenario con una presencia apabullante. Se podrían poner mil adjetivos, quizás elegante sea uno de los que mejor describan la puesta en escena de Luz.
Comenzó con temas aun inéditos de su próximo disco, 'La Pasión', que saldrá a la venta en septiembre, y después hubo tiempo para todo, temas tranquilos y otros para ponerse a bailar, mientras ella cantaba y seguía el rápido ritmo con las piernas. En un momento Luz preguntó a las mujeres que si querían gritar para ellos, "pues hacedlo", y tocó 'No me importa', dedicada a todas ellas, que "para los hombres son casi todas las demás". Incluso hay una para los idiotas, 'Rufino', porque "los idiotas también merecen tener una canción".
Un concierto soberbio que dejó con la boca abierta a más de uno.
Comenzó con temas aun inéditos de su próximo disco, 'La Pasión', que saldrá a la venta en septiembre, y después hubo tiempo para todo, temas tranquilos y otros para ponerse a bailar, mientras ella cantaba y seguía el rápido ritmo con las piernas. En un momento Luz preguntó a las mujeres que si querían gritar para ellos, "pues hacedlo", y tocó 'No me importa', dedicada a todas ellas, que "para los hombres son casi todas las demás". Incluso hay una para los idiotas, 'Rufino', porque "los idiotas también merecen tener una canción".
Un concierto soberbio que dejó con la boca abierta a más de uno.
Javi Sierra
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